Así me recibieron en CIPCA, la contraparte de ASF en el proyecto de San Ignacio de Moxos, Bolivia.

Como veis con una enorme sonrisa y así continúa la relación con esta gente estupenda.

El beneficiario del proyecto son dos organizaciones indigenas del municipio de Moxos.

Los dirigentes de estas dos comunidades al desplazarse a la cabecera municipal en sus muchas diligencias y reivindicaciones ante la alcaldía y demás instituciones, acusaban unas condiciones de vida precarias, al estar lejos de su medio, vivienda y forma de producción y subsistencia.

CIPCA (Centro de Información y Promoción del Campesinado) solicitó a ASF colaboración para evitar este problema que retractaba a los indigenas a tomar puestos de dirigencia.

El proyecto consiste pues, en crear una sede amplia para estas dos organizaciones, donde los dirigentes puedan trabajar en sus oficinas, tengan zonas donde poder reunirse y lugar donde alojarse dignamente.

Pero la construcción de esta sede no resuelve el problema subsistencia, en los largos períodos (hasta más de 2 años) de dirigencia.

Este problema se va a solventar con la creación de un proyecto agricola- pecuario y piscicultura.

Se han ubicado dos terrenos en los que se van a llevar actividades de agricultura, cría de ovejas y gallinas y una piscicultura.

Este terreno está ubicado en un lugar estratégico, próximo a la cabecera municipal y a la sede, pero dentro del territorio al que representanan.

Los 7 dirigentes de cada organización rotarán su estancia en la nueva sede situada en la cabecera municipal, residiendo habitualmente en el proyecto de producción. Así no descuidaran los trabajos que van a ser su sustento.

Esto será por el período de dirigencia, normalmente entre uno y dos años.

Esta es la idea, veremos como trancurren los acontecimientos. Digo esto pues suele ser bastante habitual que las cosas tomen diferentes derroteros.

En este caso lo que veo es que las personas que entren dentro de este proyecto por haber tomado un puesto de dirigencia, probablemente vivan mejor que en las difíciles condiciones de vida que normalmente acostumbran. Y el regreso a su medio puede que en algún caso sea costoso.

Pero bueno, merece la pena intentarlo, apoyarles en una reivindicación que ellos ven necesaria y la madurez organizativa que estas comunidades van adoptando con su labor, será la que regule cual tiene que ser su camino.